Fresco
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El obispo espera la visita de personalidades muy linajudas. ¡Dios mío, qué horror! ¡el fresco de la catedral necesita urgentemente una reparación! Para restaurarlo, contrata a los más célebres maestros pintores del Renacimiento, quienes deberán planificar cuidadosamente su jornada laboral. Hay que comprar los pigmentos necesarios, restaurar el fresco catedralicio y preparar nuevas mezclas para el día siguiente, sin olvidar otros pedidos.
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