¡Gallina!

Cómo se juega

Cada jugador recibe un mazo de cartas boca abajo —su “montón de gallinas”— mientras que tres cartas se dejan aparte sin revelar: son el “gallinero”, que definirá qué valores suman puntos negativos al final de la ronda.

Por turnos, puedes:

• Girar una carta: la revelas y la pones en el centro. Si su valor es el más alto y tiene un color distinto a la carta anterior del montón, te llevas todas las cartas del centro como penalización.
• Tomar una carta: coges la primera carta del montón del centro y la añades a tu mazo. Pero cuidado: alguien puede gritar “¡Gallina!” y desafiarte.

Cuando alguien grita “¡Gallina!”, el jugador en turno puede retirarse y recibir una penalización extra… o demostrar que no es un gallina arriesgándose a revelar una carta. Si tiene suerte, castiga al que lo retó. Si falla, se lleva todas las cartas del centro.

La ronda termina cuando alguien se queda sin cartas. Se revelan entonces las tres del gallinero y se suman puntos negativos según las coincidencias. Después de tres rondas, quien tenga más puntos negativos será coronado como la gallina más cobarde.

Contenido de la caja

• 48 cartas (2 de cada número del 1 al 12 en tres colores)
• Reglamento