Todo empezó en España, en 1954, con un martillo. Cayro, más que una simple empresa de juegos, es una historia de pasión y tradición. Lo que comenzó como una pequeña iniciativa fabricando piezas auxiliares para juguetes, evolucionó rápidamente. Después del martillo, llegaron el hacha y el puñal, demostrando que desde sus inicios, Cayro nació con espíritu guerrero y creativo.
Con más de 65 años en el mercado, han logrado mantenerse en la vanguardia, adaptándose y reinventándose. Pasaron de crear juguetes propios a sumergirse en el emocionante mundo de los juegos de mesa clásicos. Y no se detuvieron allí; en tiempos recientes, han ampliado su catálogo con juegos modernos, algunos diseñados internamente y otros en colaboración con destacados autores nacionales.
El éxito de Cayro no solo radica en su habilidad para adaptarse, sino en su compromiso genuino con el juego en familia. Ya en su tercera generación, mantienen viva la esencia del primer martillazo de Francisco Carrió. Y el mundo ha reconocido su pasión: a lo largo de los años, han sido galardonados por su dedicación y calidad.
En esencia, Cayro no solo crea juegos; promueve un estilo de vida donde jugar es vivir mejor.